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DOP Jumilla, pionera de España

El Consejo Regulador Denominación de Origen Protegida (CRDOP) Jumilla fue constituido en 1961, y desde 1966 cuenta con reglamentación propia, dando lugar a esta nuestra Denominación de Origen (DOP), una de las pioneras en España. Es una DOP muy rica en tradición e historia. Desde la romanización hispánica, la vid era cultivada en este territorio. En el año 1978, se descubrieron los restos de pepitas de vitis vinifera más antiguos de Europa. También han aparecido restos arqueológicos que atestiguan su tradición vitivinícola en más de 2.500 años de antigüedad, destacando una pareja de pendientes de oro con forma de racimo de uva que datan del siglo IV a.C., una pieza de incalculable valor.

A mediados del siglo XIX, la plaga de la filoxera castiga amplios territorios europeos, sobre todo Francia, lo que motivó el despegue espectacular de la economía vitícola jumillana, con el aumento de las plantaciones de vid y un incremento significativo de las exportaciones de mosto al país vecino, lo que enriquecería al sector agrario local.

Con el paso del tiempo, Jumilla se convertiría en una de las Denominaciones de Origen más antiguas de España, con reglamentación desde 1966. Desde principios del siglo XX funciona la Estación Enológica (hoy Laboratorio Regional Agrario y Bodega Experimental) que actualmente colabora con el Consejo Regulador.

La DO Jumilla se prolonga en el espacio físico entre la frontera de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y la Región de Murcia. En el primero, encontramos los municipios de Hellín, Albatana, Fuente-Álamo, Ontur, Montealegre del Castillo y Tobarra, y el séptimo municipio que da nombre a la Denominación de Origen es Jumilla, perteneciente a Murcia. 

Estos siete municipios conforman una comarca natural, la DOP Jumilla, con características de clima, suelos y variedades que la diferencian de otras Denominaciones de Origen vecinas o cercanas. Un espacio donde la cultura del vino trasciende las fronteras desde hace miles de años.

La particular orografía de la DOP Jumilla se refleja en el carácter de sus vinos. Todos los viñedos se encuentran entre 350 y 980 metros sobre el nivel del mar, entre una gran cantidad de sistemas montañosos hace que la disposición y altitud de los viñedos sea muy variada.

Clima muy característico denominado continental-mediterráneo que se caracteriza por ser soleado, con más de 3.000 horas de sol al año y árido. Solo se registran alrededor de 300 mm de lluvia por año. La temperatura media anual es de 16º, con inviernos fríos que alcanzan temperaturas bajo cero y veranos calurosos que superan los 40º.

Los suelos de la DOP Jumilla son calizos, con abundante carbonato cálcico y pedregosos, en general tienen una gran capacidad hídrica y una permeabilidad media, lo que permite que las cepas sobrevivan en condiciones de sequía prolongada. Dentro de la DOP Jumilla encontramos viñedos denominados autoportantes o prefiloxera ya que, gracias a las características de clima, orografía y suelos, la propagación de la filoxera, que ataca las raíces de las cepas, no logró extenderse como lo hizo en otros lugares. Estos viñedos son un patrimonio único de la región.

Si hay algo que caracteriza notablemente a la DOP Jumilla es su variedad de uva reina, la Monastrell. Es la variedad autóctona de la zona, la que ha perdurado a lo largo de los años y la que consigue traducir todo el terruño en una copa de vino: el fiel reflejo de los suelos, el clima, la orografía. Además, en la DOP Jumilla se cultivan otras variedades con resultados excelentes. 

Conocer la Denominación de Origen más consolidada por la calidad de sus vinos del Sureste Español significa perderse por paisajes misteriosos, viñedos únicos, y encontrar una gente abierta, optimista y muy hospitalaria.

La DOP Jumilla permite sumergirse en la cultura, tradición y costumbres de un territorio vitivinícola de profundas raíces. Visitar sus bodegas y conocer el proceso de elaboración del vino paso a paso. Pasear por viñedos y parques naturales, alojarse en un entorno rural y degustar la deliciosa gastronomía de la zona.

Hablar de Jumilla es hablar de enoturismo; combinar las actividades de descubrir esta parte en el interior de España con las visitas a bodegas, es una experiencia que nadie debería perderse y que avala la milenaria tradición vitivinícola de la zona. Pasear por viñedos, participar en las diversas actividades que organizan las bodegas para los visitantes, y por supuesto, catar y beber los excelentes vinos de la DOP Jumilla es un verdadero placer que trascenderá a la visita a estos territorios, pues los vinos de esta Denominación se encuentran presentes en cada carta de restaurante, cada país del mundo, y cada casa de todo buen Wine Lover.